A Gianni Vattimo se le conoce como el filósofo del posmodernismo, un título que se le adjudica especialmente por uno de sus postulados, el “pensamiento débil”, ese que enuncia “la necesidad de dar libre curso a la interpretación, frente a una política monolítica y vertical; la necesidad de apoyar a los movimientos sociales trasversales, frente a la soberbia de la vanguardia artística; la recuperación de un arte popular y plural, frente a una Europa etnocéntrica; así como la imposición de una visión mundial de las culturas y del autoritarismo frente a la democracia", como perspectivas para comprender a las sociedades actuales.
Conclusion:
Desde el fracaso absoluto de las ideologías más relevantes en la historia de las sociedades, que en el siglo pasado se evidenció más que nunca, se ha querido encontrar la causa de la ineficiencia de tales sistemas de pensamiento. se encargo por su propia cuenta de concebir una alternativa de teorización en donde: de acuerdo a la referencia de Nietzsche acerca del ámbito de la decadencia de Occidente, en virtud de su agotamiento intelectual; y tratando de paliar y recomponer el olvido del ser que ha acontecido en los discursos filosóficos imperantes hasta nuestra actualidad como lo ha manejado Heidegger; Vattimo estructura un discurso “débil” que no trata de revolucionar, ni de imponer absolutamente nada; si no más bien, de abrirse por completo a un ininterrumpido diálogo hermenéutico con todas las disciplinas, las ideologías y las ciencias, para permear al ser comunicacional que nos corresponde, con una diversidad integral que ofrezca plenitud y libertad de ser sin límites.
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